EMPRESAS E INDUSTRIA SIGUEN USANDO ENVASES QUE NO SE RECICLAN.
Pero lo cierto es que hace bastante tiempo que el tema de la basura y su gestión, nos ocupa y preocupa. La urgencia de resolver que hacemos con ella está en el centro del debate y la polémica de toda contienda política y ni que hablar de la departamental.
Se habla, se discute, se generan dimes y diretes entre los implicados, sindicatos, intendencia, etc. y vemos pasar los días, meses y años escuchando y leyendo titulares con cómo se reparten las responsabilidades, se tiran soluciones, se crean comisiones, leyes, pero, en definitiva, la cosa no parece resolverse.
Lejos de esperar a que alguien haga algo, decidimos en mi casa ser activos y asumir lo que nos toca con nuestros residuos y su gestión.
Separamos y clasificamos como creíamos saber. Usamos los contendedores asignados para cada propósito y buscamos los específicos para tirar las pilas y los cables. Y así, con esto que hacíamos, sentía que estaba haciendo algo bien y aportando mi cuota de gestión de residuos.
Hace unos días, me sume también a un servicio que ofrecía, además, completar más aún el ciclo de reciclaje. Ellos me ayudaron un montón a entender varias cosas que no sabía ni tenía idea, pero lo que es más valioso e importante, fueron los que me llevaron a identificar el verdadero problema de fondo.
Luego de una semana de separar y clasificar en los diferentes tachos correspondientes, llego el día de retirar los residuos.
Creí que mi gestión había sido óptima, pero me llevé el durísimo golpe de ver que era muy poco lo que habíamos podido reinsertar en el sistema de reciclado y que a pesar de todo el esfuerzo familiar, mi tacho de residuos NO RECICLABLES pesaba muchísimo más que antes.
El joven profesional ingeniero de la empresa que gestiona residuos, no solo se tomó el tiempo conmigo de separar y reclasificar todo de nuevo, sino también en explicarme y mostrarme todo el packaging y plásticos que no se reciclan y no tienen gestión. También me enseño como identificar al tacto, cuales bolsas de plástico sirven y cuáles no.
Así descubrí que los tarros de mi yogur preferido y mi tienda de café internacional favorita, te venden sus productos en plásticos que solo tienen como fin contaminar. Enseguida, hice una nota mental de ponerme en contacto y trasladar mi intención de que le busquen la vuelta porque realmente soy fan de su producto y quiero seguir siendo clienta.
Al final del proceso, cuando los del servicio se fueron con lo que les servía y vi lo que quedaba en casa sin solución, me sentí morir.
Después de toda la movida, mi casa no cambiaba nada ni tenía el más mínimo impacto. Algo no me cerraba y me hacía sentir horrible.
Constate que al consumidor le están haciendo cargar con todo el peso moral y tangible de la basura que genera por sus hábitos de consumo.
Mientras tanto, las empresas siguen llenando las góndolas de productos envasados de paquetes que no se reciclan, y además, como me enseño el experto, es tan chica la letra y tan difícil de encontrar y entender dónde es que dice que ese packaging no tiene gestión, que muchas veces lo llevamos igual sin saber.
Y al final de cuentas, uno termina comprando lo que necesita, porque nos corre el tiempo y esa marca, en definitiva, ofrece lo que quieres o necesitas llevar.
Estas empresas, son las mismas que no se hacen cargo y trasladan no solo la responsabilidad, sino la culpa, a los que consumimos.
Los consumidores y nuestra decisión nos ponen en el banquillo de los acusados: “Vos compras eso que contamina y en ese plástico que no se recicla? ¡Vos contaminas, así que ocúpate de gestionar tu residuo!”
Así es como ellas, las empresas, no se hacen cargo. Y ahí es donde está el problema.
Por más que cuentes con un servicio de reciclado, te lleves la basura encima, caminando de contenedor en contenedor, te quemes la cabeza para no dejarlo en la calle, y ser además el responsable del clásico desborde que se agudiza cuando hay paro y no pasa el camión, por más que tengas conciencia, te importe y actúes, el problema de fondo no está en nosotros los consumidores, está en las empresas.
Si bien hay leyes en camino y en proceso de aplicación, hasta que todo lo que no se recicle ni gestione se saque de una vez por todas del mercado, no se reducirá el 53% de basura que es lo que se genera en los hogares.
Nosotros como consumidores podemos educarnos y usar ese poder para exigir dejando de comprar productos que vienen en paquetes contaminantes, aunque no me imagino a ese alguien que tiene que comprar si o si determinado producto, dejando de hacerlo para hacer uso de ese poder, el poder de la demanda.
Logramos sacar la bolsa del supermercado poniéndole un precio por ley y haciendo que la gente incorpore el hábito de llevar su chismosa. Hagamos ahora el esfuerzo en las empresas y que no seamos nosotros los consumidores finales los culpables y responsables.
Ya no se trata únicamente del consumo consciente de los conciudadanos, es hora de que las empresas se pongan las pilas y de una vez por todas lleguen a la góndola habiendo resuelto su ciclo completo.
Las personas ya tenemos el chip prendido y somos muchos los que queremos impactar positivamente en nuestro planeta. De hecho, alguno ya pagamos por contratar esos servicios, aprender sobre plásticos, a leer etiquetas y todo porque ya generamos la conciencia.
Lo entendimos y nos remangamos, pero ahora les toca acelerar los procesos a los verdaderos generadores de basura, que en definitiva son los responsables.
Mientras tanto seguiré desde mi lugar, educándome como consumidor responsable, poniendo a disposición mi plataforma para difundir en este sentido. Contactando a los especialistas y agentes de cambio en impacto ambiental. Que por suerte, cada vez son mas y siempre tan atentos y generosos a la hora de educar y crear conciencia ambiental.
NOTA APARTE
De acuerdo a la norma, los importadores y fabricantes de productos puestos en el mercado en envases no retornables, deberán minimizar el volumen y peso de los envases a las necesidades de protección de contenido y comercialización del producto. El Poder Ejecutivo podrá restringir o prohibir el uso de ciertos materiales como envases o embalajes, o establecer volúmenes o pesos máximos para los envases no retornables.
Productos puestos en el mercado en envases no retornables serán gravados con hasta un máximo de 5% de IMESI; bandejas de materiales descartables utilizadas para contener alimentos: hasta un 1.000%; film plástico utilizado como material de embalaje: hasta un 20%; vasos descartables: hasta un 1.000%; bolsas plásticas para transportar y contener productos y bienes: hasta un 1.000%; productos electro-electrónicos: hasta un 5%.
https://cempre.org.uy/las-empresas-y-la-nueva-ley-de-gestion-integral-de-residuos/
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