En un alto, de esas tantas charlas sustanciales y con propósito, que solemos mantener con Santi (Santiago Oitaben), me sorprendió con una pregunta: “¿Mery, como estas manejando la ansiedad?” Fresquísima le conteste con un “Cero ansiosa estoy. Nada de ansiedad. Re zen”.
Como buen emprendedor que es, sabio entendido en el proceso y los por menores de cada etapa, cazo al vuelo que, “La Mery” estaba a travesando un momento de ansiedad y no estaba acusando recibo.
¿Ansiedad, porque estaría yo sufriendo ansiedad? ¿Qué es la ansiedad?
Diccionario: “Es un sentimiento de miedo, tensión e inquietud”.
Pero sentía que tenía “al toro agarrado por las guampas” y al miedo por el futuro incierto bajo control.
Unos días más tarde, casi que no pude levantarme de la cama por un dolor imponente en la zona lumbar que me recorría toda la pierna. Convencida que se me había ido la moto con el training y el hockey, llame a una amiga médica para preguntarle qué era eso que tenia que no me dejaba dormir y como seguir haciendo mi vida normal sin tener que bajarle al deporte.
El parte médico fue: Ciática.
Bueno, es lógico pensé, tengo casi 47 años y la carcasa se siente y resiente. Pero ¿Ciática? ¿Yo? ¿Por qué?
Creo empíricamente que lo físico responde a lo emocional y que somatizamos todo en el cuerpo. Entender que es lo que emocionalmente nos produce un síntoma físico, nos ayuda a identificar, recuperar y sanar. Esto tiene una ciencia aparte: la Biodecodificación.
Después de luchar un rato con los chamipones y el jean, abrí la compu sin sentarme, obvio, y busqué: “ciática Biodecodificación” en el servidor.
Básicamente la explicación decía que las personas que sufren ciática están inmersas en situaciones y conflictos que sienten que amenazan su libertad, su capacidad de acción e incluso su supervivencia. Expresa miedo a afrontar los cambios, ya que son personas que sienten seguras en espacios habituales y familiares, pero que pierden estabilidad y seguridad cuando se vienen cambios importantes o cuando deben tomar decisiones trascendentales.
Chan.
Santi tenía razón. En este periodo de tomas de decisiones y definiciones de caminos y pasos a seguir, es inevitable enfrentarnos a estos sentimientos y que la ansiedad nos embargue.
En toda trayectoria de cambios hay momentos que se asemejan a mesetas donde nada parece moverse hacia adelante y nada parece estar pasando.
En el mundo empresarial esto se sabe. Por ejemplo, las Start Ups han roto un paradigma con respecto al “como” y al “cuando” irrumpir en el mercado con una app o un producto. Ellas se preparan y se lanzan antes de madurar para nutrirse en el camino con el feedback de sus usuarios y de esa manera lograr el producto que se requiere.
Pero para que eso pase hay que respetar el periodo de maduración de cada proyecto. Igual que cuando cocinamos una torta, si la sacamos antes del horno, nadie la va a comer porque estará cruda. Si la sacamos del horno tarde, nadie la querrá porque estará quemada. Por eso hay que sacarla en su tiempo justo. Este ejemplo clarísimo lo saque de un artículo de la Revista Forbes que además cita el nombre que le dan los franceses a este concepto: “Pil a L´heure” que quiere decir “en el momento exacto”.
Este mismo artículo nos deja esta frase: Precipitarse es tan malo como anticiparse, por eso es vital para el proyecto, le agrego, emprendimiento o la vida misma, saber interpretar cuando debemos tomar acciones y cuando debemos esperar”.
La ansiedad generada por la espera es lo que tenemos que aprender a manejar y no dejar que los miedos nos paralicen. Animarse a cambiar, a caminar por la ruta que nos marca nuestro propósito, cuando tenemos la gracia de descubrirlo, es mágico.
Claro que asusta, pero es más fuerte la convicción y la certeza de estar invertido nuestro precisado tiempo en lo que nos hace felices y nos llena, y eso es lo que se nota en los rostros de los que vibran en este barco que nos lleva a un mundo infinito de nuevos desafíos y oportunidades.
Tengo una suerte de tips para evitar que la ansiedad nos embargue que quiero compartir con ustedes:
- Hace Productiva la Espera.
Lee. Leer nos abre la mente, nos cultiva y nos enseña. Educarnos es la mejor manera de esperar. Sino leíste la trilogía de Yuval Noah Harari empieza ya. Escucha Podcasts. El mundo a tus pies con entrevistas que te acercan a las grandes mentes, grandes corazones, personas que vibran de maneras diferentes y derrochan aprendizaje. Uno, por ejemplo, es Tim Ferris “TRIBE OFF MENTORS”. Hace unas entrevistas increíbles a personalidades de la cultura, el cine, las artes, y la empresa. Todas dejando mucho valor para inspirarnos.
- Seguí con tu rutina a rajatabla.
Que nada modifique tus hábitos. Generalmente la ansiedad nos saca energía y la paz mental. Eso hace que alteremos nuestros horarios y no sintamos ganas de hacer deporte o de las actividades que solemos hacer. Nada tiene que alterar tu rutina y tu cuidado personal. Si tú no estás bien, todo lo demás se desmorona. Cuanto más fuera de eje creemos estar, es cuanto más debemos exigirnos en cumplir con nuestra agenda del día. Que aún no haya respuesta, o creas que la cosa esta quieta, vos no dejes de trabajar por tu emprendimiento. Manda mails, actualiza la red, crea contenidos. No dejes de invertir tiempo en ese propósito. Si tu pierdes foco o fe en ti mismo, ¿Por qué los demás tenemos que tener fe en ti?
- Déjate Caer.
Y está bien. Somos seres humanos y somos falibles. No tengas miedo al fracaso. Es peor no tener nada con que fracasar. No le tengas miedo al miedo. Verbalízalo. Descríbelo. Enfréntalo. El miedo es natural y nos cuida. Nos preserva y nos hace medir los riesgos y eso nos da la posibilidad de anticiparnos a una situación y definir mejores estrategias.
Emprender no es changa pero juntos y en comunidad, compartiendo el sentimiento y know how, es un viaje que les deseo a todos.
¿COMO MANEJAS TU LA ANSIEDAD? TE LEO
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