Maria Gomensoro
13 de abr de 20202 min.
Seamos sinceros, son pocos los que se animan a hacer un giro de 180 grados y salir de la zona de confort, así porque sí. Generalmente tiene que ocurrir algo grande como para que ese punto de inflexión se atraviese en nuestro camino y le abra otra hoja de ruta, haya esta sido soñada o no.
Y nos paso. Fuera de todo pronóstico nos convertimos en protagonistas y extras de una película de ciencia ficción. China primero y lejana, Italia fuera de control, España desprevenida y nosotros cerrando las puertas con tal de evitar pasar de pandemia a pandemonio.
El viernes 13 de marzo el país paro y las vidas de muchos quedaron en suspenso o se vieron rápidamente afectadas.
Y así sin pedir permiso, ni derecho a réplica, las clases se suspendieron por tiempo indefinido y mi año, tal como lo había planeado, se desintegró bíblicamente, al séptimo día de arrancada la cuarentena cuando nos bajaron el programa hasta nuevo aviso.
Nos descubrimos prendidos a la televisión, consumidos delante de los informativos, devorando cada conferencia de prensa para ver como seguimos e intentando entender como carajo llegamos a esto. Aprendimos formas de encontrarnos a distancia con amigas y familia. Nos acostumbramos a agendar horas de gimnasia via zoom y vivos por Instagram, intentando llenar horas vacías y escapar del tedio que viene con el no tener que hacer nada. Para Todo es Coronavirus. En las redes, en los blogs, en el diario y en la conversación. Aunque tratemos siempre volvemos a la pandemia; (Le recomiendo Amigas Zoom).
Surgen las preguntas existenciales: ¿Como saldremos de esto?, ¿Cambiará el consumo? ¿Cuarentena obligatoria? ¿ La economía o la salud?¿Seguiremos siendo los mismos, o este golpe, como las grandes guerras, transformara y condicionara a una generación?
Sin dudas hay un planteo de cambio que nos proyecta a un mundo distinto pero no se si ese, sera mejor.
Suena exquisito y casi que “ a tiempo” este cambio de mentalidad humana para prevenir el inminente catástrofe climático y la crisis humana en el que estábamos cayendo, antes del Covid-19”, pero la historia nos demuestra que tenemos poca memoria y que cuando las cosas se vuelven sencillas y simples, retomamos el ritmo, volvemos a lo mismo.
Solo unos pocos harán textualmente realidad su respuesta, se enfrentarán al camino y se animaran a cambiar la hoja de ruta.