Esta bien, no estar bien.

Si, el pum para arriba, también puede ser contraproducente. Es más, el exceso del “ vamo arriba, todo bien”, me da tirria. Porque hay días que no , que no esta todo bien y que por el contrario, necesitamos darnos de bomba contra el vidrio de la queja y las ganas de mandar todo al demonio, o a quien engaño, a la mismísima mierda.
Existen esos dias que hay que dejarse vencer por los miedos y los pensamientos negativos.¿Faltara mucho para volver a la vida? ¿Cuando podre ver y abrazar a mis hijas que no están conmigo? ¿Se conseguirá trabajo a la vuelta? ¿Están siendo efectivas las clases online? ¿Y si de nuevo tiene que “permanecer en 2”? ¿Cómo va a seguir la enfermedad? ¿y si se enferma mi hermana? ¿Y si le pasa algo a mi marido? ¿ o a los dos, quien se queda con mis hijos?
Todos tenemos un dia donde nos asaltan proyecciones apocalípticas, que nos exigen abrir la puerta a nuestra parte más tremendista. Cuando me embarga ese lado turbio, yo elijo dejarlo correr. Lo dejo que me apreté la garganta con angustia, rabia y llanto contenido. Le doy permiso consciente para plasmar en mi cabeza las escenas más abominables y trágicas que mi imaginación pueda elucubrar.
No se si es sano o estoy apunto de caer por la cornisa de la demencia emocional, pero una vez escuche decir que para encontrar lo bueno y positivo, o prepararnos para un momento triste y difícil, nuestra inteligencia emocional nos provoca para obligarnos a reaccionar y ayudarnos a encontrar dentro de nosotros mismos las herramientas para encarar lo que vendrá, sea poco probable, probable o tal vez posible.
Las herramientas están en ti. Aprendemos de nosotros mismos con cada cosa que nos toca vivir si prestamos atención a lo que deja en nuestra orilla El Pampero interno que cada uno lleva dentro.
Comments